Les voy a contar un poco de Guayaquil, mi ciudad natal, este era el Guayaquil de mi época. Por favor si alguien cree que no era asi corrijame, gracias.
Era una ciudad relativamente pequeña, nuestros límites eran más o menos así:
Al norte, teníamos el cerro Santa Ana y el cerro del Carmen, y entre la ciudad y el cerro la calle Julián Coronel, conocida en ese tiempo como la avenida de los lamentos, al oeste la calle tenia como final el Fortin el cual en su tiempo sirvió a los soldados españoles defenderse del ataque contínuo de los aborigenes, aguerridos guerreros, por lo que les costó mucho dominarlos. atrás del fortín se alzaba el barrio colonial de las Peñas, y se terminaba con la Cervecería, en la copa del cerro y en la parte baja del cerro se encontraba la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, El teatro al aire libre Bogotá con su concha acústica. Al este comenzaba la famosa avenida de los lamentos conocida así por que allí se encontraban: la cárcel Municipal, el hospital General Luis Vernaza , el anfitiatro Anatómico ,el necrocomio, el hospital Neumonológico de Lea (lucha Ecuatoriana contra el Cáncer) y el cementerio.
El fortín del cerro
El Barrio las Peñas
El cerro Santa Ana
La Cárcel Municipal
El hospital Luis Vernaza
El Hospital Neumonológico L.E.A.
El Cementerio General entrada
Cementerio General Antiguo
Cementerio General Ahora
Es doloroso que en este lugar yacen nuestros seres queridos pero realmente este es un parque, uno de los más hermosos en América.
Más allá, más al norte no había nada, no había la ciudadela La Atarazana, la cual era en ese tiempo una gran hacienda que se dedicaba a la ganadería y habían unos grandes galpones que se los usaban para guardar armas y los materiales para hacer velas de los barcos. y habían grandes espacios de tierra desabitada que la usabamos para campos de futbol o baseball, y eran conocidos como las Sabanas aquí era la sabana de la Atarazana . Siguiendo por la calle Julián Coronel hacia el este, se hallaba el Hospital de Infectología, el Asilo de Ancianos Carlos Luis Plaza Dañín, el Instituto de Higiene Leopoldo Izquieta Pérez, a la derecha la Avenida de las Américas que nos llevaba al Aeropuerto . y allí se acababa Guayaquil por ese lado. No había camino a Durán, no había el puente de la Unidad Nacional sólo habían las famosas gabarras que eran las que transportaban a las personas y a los vehículos a travez del río Guayas. y allí se acababa Guayaquil.
Desde las gabarras regresando hacia el sur. teniamos el hospital Siquiátrico Lorenzo Ponce, la Piladora Modelo , La pasteurizadora de leche la famosa Leche Indulac y el colegio Jose Domingo de Santistevan que en ese tiempo era un internado de varones.
Las Gabarras
Al sur la ciudad terminaba en el barrio del Centenario, que era un barrio a donde iban a vivir las gentes adineradas , este barrio colindaba con la calle Francisco Segura, después estaban sólo los Guasmos que eran unas haciendas llamadas así por una proliferacion de una clase de árbol llamados guasmenis
Casa del Barrio del Centenario
en ese tiempo, no existía la ciudadelas como la Huancavilca, las Acacias, no había el Hospital del Seguro , ni el Registro Civil, no existía ni siquiera el puerto Marítimo . Los guasmos eran grandes extensiones de bosques a donde la gente iba a cazar venados.
Al este estaba el Salado, que era un brazo de mar, que en ese tiempo era un balneario, en cuyas riveras había kioskos y bares, era un típico punto de reunión para los Guayaquileños y para fuereños que venían a visitar Guayaquil. Había allí el famoso Barquito, que estaba en un extremo del puente 5 de Junio que estaba sobre el Salado, era un bar de Variedades que tenía la forma de un barco, y teniamos la famosa Pangora que era un bote al estilo de crucero, el que navegaba el Salado de arriba hacia abajo y tenia musica y un restaurante. Antes de cruzar el puente sobre el lado oeste estaba el parque de el American Park con su concha acústica en la que se presentaban artistas nacionales e internacionales, pasando el puente tenïamos la carretera Carlos Julio Arosemena que luego se convertía en la vía a Daule, la que era la principal arteria vial de comunicación terrestre con el resto del País.
Puente 5 de Junio sobre el Estero Salado
Al comienzo de la carretera teníamos más bares y lugares de distracción y fábricas.
Al lado derecho de la carretera teníamos : la Fábrica de clavos Guayas , la Cordelería Nacional, al lado izquierdo Si Café, y habían muchas piladoras donde se preparaban los granos para la comercialización interna como para la exportación . A la altura del Kilómetro 3 , teníamos un parque de diversiones llamado el Bim-Bam-Bum.
Era un parque de diversiones a la idea de Disneylandia con ferias, espectáculos artísticos, parque de diversiones, hasta un zoológico y se completaba con un tren como una montaña rusa que recorría todo el parque, hubieron muchas historias cuando este cerró y quedo abandonado, aparecieron varias personas asesinadas y desde ese entonces se lo considera embrujado. Casi al final de la civilización, el famoso Mesón Carmita, cuya especialidad era «la fritada» y el «hornado» caracteriztico plato ecuatoriano, desde luego acompañado por una cerveza bien fría.
Al Oeste teníamos el río Guayas coronado con el majestuoso Malecón Simón Bolívar, conocido originalmente como el Paseo de las Colonias, el que comenzaba desde el sur con los astilleros, el mercado del sur y el Club de la Union, sólo para millonarios, y terminaba en el muelle del ferry en el norte, el cuartel del Ejército 5to. Guayas , la facultad de Odontología y la estación de bomberos.
El Astillero
A lo largo del malecón encontramos una serie de monumentos, por lo que se lo llama la ruta de los monumentos, comenzando con el de José Joaquín de Olmedo, poeta, prócer Guayaquileño, vicepresidente , alcalde y precusor de la independencia de nuestra Patria, ubicado en la calle que lleva su nombre Avenida Olmedo.
Monumento a Olmedo
Malecón Simón Bolívar
Siguiendo al norte teníamos Monumento al Pescador, Monumento a Milagro, Monumento a la Madre, a continuación tenemos la Torre Morisca o Torre de el Reloj, que data de 1.800 , esta Ubicada a la altura de la calle 10 de Agosto.
Monumento al pescador
La Torre Morisca
Cruzando la acera tenemos el Palacio Municipal y el Palacio de la Gobernación ,
Palacio Municipal
Palacio de Gobierno
siguiendo al norte tenemos el monumento a la fauna ecuatoriana, que consistía en una pileta con animales de bronze caracteristicos de nuestra fauna al rededor, animales como: iguanas. cocodrilos, culebras, ranas, jabalies, cigueñas , flamingos, etc.
El último monumento es el Hemiciclo de la Rotonda. Este es el monumento en honor a SimónBolívar y José de San Martín, este fué el lugar donde estos dos héroes celebraron el acuerdo que conyevaron a la liberación de nuestro país de las garras del Imperio Español.
Hemiciclo de la Rotonda
Guayaquil ha cambiado muchísimo con los años, hay muchas cosas que ya no vemos, por el progreso de la ciudad, la ciudad es mucho más grande, pero hay muchas lugares que son conservados como patrimonio cultural de la ciudad y son un orgullo para los Guayaquileños y un verdadero placer de visitar por turistas de todas partes del mundo, monumentos como La torre Morisca, el Hemiciclo de la Rotonda, los Palacios de Gobierno y Municipal, el monumento a Olmedo, han sido mejorados y cuidados y así existen muchos otros monumentos en diferentes partes de la ciudad.
Para conocer más de Guayaquil por favor siga el sitio Web «Guayaquil es mi Destino» .
Gracias por dejarme enseñarles un poquito de mi ciudad.
Great moments of Guayaquil
Me gustaMe gusta
Si, efectivamente Guayaquil ha cambiado y se ha extendido muchísimo. Dejó de ser la «ciudad pequeña», tan bien delimitada en este bonito e interesante relato, para convertirse en la metrópoli que hoy es y visitada por propios y extranjeros. Una ciudad hermosa y pujante pero que aún conserva vestigios de la ciudad de nuestros recuerdos. De esa «pequeña» ciudad que comenzaba al Norte en los cerros y terminaba al Sur en el barrio Centenario. Con su hermoso Río Guayas al Oeste y su final hacia el Este demarcado por el Estero Salado ya queda muy poco para beneplácito, pero también añoranza del Guayaquil de nuestros recuerdos.
Me gustaMe gusta