Creo que me libraría de un montón de dolor y de amargura.
Creo que viviendo como viven muchas personas, que sin importarles el dolor ajeno, no viven preocupados o amargados.
Estas personas viven solamente para ellos, sin permitir a nadie que entre en su cúpula, como dicen los norteamericanos, nadie entra en su metro cuadrado personal.
Pero creo que esta es la mentira más grande, con lo que se engañan a ellos mismos.
Porque, cuando quieren algo, no hay respeto a ese metro cuadrado, son capaces de ir mucho más allá, para lograr lo que quieren.
O sea, que tu, el otro, respeta mi metro cuadrado, pero Yo hago lo que me da la gana cuando quiero tomar algo que tiene otro.
Lo peor de esta amargura que tengo, es que la cantidad de gente que viven de lastimar a otros, de no compartir nada, pero quieren quitar lo que pertenece a otros, esta clase está aumentando, en una gran manera y el mundo cada día se acerca más a su propia destrucción.
Creo que para que este mundo sobreviva, no tengo que cambiar mi forma de pensar, si no que los abusadores tendrían que cambiar su forma de pensar.
Así recuperamos el respeto, la consideración, la estima propia y hacia otros, la compasión, todo lo que hemos perdido en este mundo en el que vivimos ahora.
—Valente Delmar—