Pero no hablo de la que nos dice el idioma que debemos hablar, no, hablo de la lengua viperina, la que nos hace andar como la serpiente, con una lengua partida en dos y con eso podemos hablar más, y por lo general mal, sólo con el deseo de hacer daño, de ofender, de insultar, de decir cosas, que sin ser verdad no pensamos dos veces para lanzar todo ese veneno, sin importarnos lo que pase después. Disculpenme, pero vuelvo a hacer la comparación, como la serpiente que saca la lengua, luego muerde y después huye arrastrándose por la tierra, para no ser vista y así no ser castigada por lo que hace. Eso es lo que mucha gente hace, es un instinto animal, que lo soltamos sin pensar en las consecuencias, en el daño que podemos hacer a otro ser humano, y lo peor es que hay muchos que están en una posición muy baja y mienten acerca de otros para tratar de poner a los demás más abajo que ellos.
Yo pensaba que lo que es fácil de conseguir, sería más fácil de controlar, pero no es así, la lengua, parte de nuestro cuerpo y que la recibimos al nacer, que nos la dieron nuestros padres, Dios, o cualquiera que sea su idea de quien nos creó, o nos puso en este mundo, nacemos y aprendemos a usarla, y, cuando aprendemos mal, es muy fácil usarla y decir cosas malas,. Es muy fácil hablar, pero es muy difícil recoger lo que hemos dejado escapar a travez de nuestras bocas.
La lengua cuando es buena, educa, enseña, alegra, nos relaciona con los demás seres de nuestra sociedad, pero cuando es mala y sólo se dedica a mentir, a blasfemar, a ofender y en gran cantidad se presta a mentir para proteger intereses mezquinos, entonces se convierte en un arma mortal, que hace mucho daño a una sociedad.
Especialmente en política, se ha estimado que un gran porcentaje de políticos mienten continuamente, para bien o para mal, pero mienten y por lo general, para mal.
Se ha dicho que cada persona ha mentido por lo menos una vez en su vida. Pero hay mentiras blancas, mentiras necesarias, mentiras piadosas, que no hacen daño a nadie, aquí sólo trato de referirme a aquella que hace daño a otro ser humano. La mentira es como un vaso de agua, cuando lo derramas, es muy difícil de recogerla.
Deberíamos aprender más a vivir con la verdad, así esta de repente nos duela, pero, la satisfacción y la tranquilidad de espiritu después que haya pasado todo, será grandiosa, y recobrarás en tu alma la tranquilidad, porque no vivirás en sozobra de que te van a descubrir, por que en algún momento la verdad saldrá a flote.
Dice una famosa frase:» más rápido cae un mentiroso que un ladrón» , por que el ladrón (me refiero si esto es por una vez) robó, huyó , y se acabó; pero el que miente, tiene que cubrir su mentira, y lo hará con otra y así susesivamente, y como es lógico, a más mentiras, más posibilidades de que sea descubierto.
Lamentablemente, en nuestro tiempo, se ha hecho algo casi normal, mentir: mentiras vanas , mentiras blancas, mentiras piadosas, mentiras sociales, mentiras políticas, mentiras religiosas, etc..etc…etc.. muchas mentiras.
Tratemos de cambiar y pensemos antes de hablar, y si una vez podemos evitar decir una mentira, todo será más fácil después y podremos cambiarnos nosotros mismos y así cambiar a los demás, porque al no mentir nosotros, los demás se darán cuenta que mentir está mal y para no sentirse fuera de lugar ellos también dejarán de mentir, Yo sé que es muy difícil, pero por lo menos tratemos.