Esto es lo que muchos no reconocemos, nos hicimos cómodos, acostumbrados al dolor, al sufrimiento, y como dice Rafael Correa «como si la pobreza y la miseria, fueran parte del folklor de nuestra patria» .
Crecí oyendo el grito lastímero de nuestros pobres, de nuestros aborígenes, y que nos acostumbramos a ese modo de vida, aunque en el fondo ellos son más felices que los que tienen mucho, pero no es justo, debemos ser más equitativos, especialmente con la riqueza de nuestros suelos, y todos tenemos derecho a progresar, a vivir mejor.
Lamentablemente una parte de la humanidad, se dedicó a acumular riquezas a costa del dolor y la sangre de nuestros aborígenes, de nosotros mismos.
Y a pesar de haber cambiado nuestra apariencia por la mezcla de nuestra raza con la de los invasores, seguimos siendo cholos, indios, aborígenes, como quiera que nos llamen, en el fondo no cambiamos.
Lamentablemente muchos de nosotros si cambiaron, y hay algunos que se pintan el cabello, usan lentes de contacto, se hacen cirugía, y hablan otro idioma, para tratar de llegar al prototipo del extranjero, nada de esto es nuestro y con esto ofendemos a nuestros hermanos, y lo peor creemos que el anhelo de progresar, nos dá el derecho de esclavizar, de oprimir, y hasta de matar a nuestros hermanos, a aquellos de donde venimos, el orígen de nosotros mismos.
Crecí oyendo canciones como «CHOLO SOY Y NO ME COMPADEZCAN» escrita por el artista peruano Luis Abanto Morales, quien en esta canción, imprimió el verdadero sentimiento del aborigen peruano, y con esto de todos los aborigenes sud americanos.
Lamentablemente fuimos conquistados, asesinados, colonizados, robados, violados, todo lo malo que pudo haber hecho el imperio español en contra de nuestra raza.
No quiero ser cansón y parecer que repito lo mismo muchas veces, pero del fondo de mi corazón, quisiera que todos nuestros hermanos, especialmente aquellos que cambiaron y que se creen extranjeros, superiores, que recuerden de donde venimos, y que recuerden quienes estuvieron antes de nosotros, y que su único pecado fué ser pobres de comodidades del mundo moderno, pero muy ricos de honradez y de buenos sentimientos.
Aquí les dejo al gran Luis Abanto Morales con su canción «CHOLO SOY»
Hagamos honor a nuestra raza y gritemos con orgullo ¡ CHOLO SOY !.