Parece mentira, parece una telenovela, pero es la cruel realidad., por un lado el imperio poderoso, los Estados Unidos,. por otro lado un pequeño país en Sudamérica, Ecuador.
Los dos mandatarios parecen haber sido paridos por la misma madre, una arpía.
El del imperio norteamericano, un mentiroso compulsivo, un corrupto, miente tanto que ni el mismo se cree, está destruyendo a su país, está quebrando su economía, mientras él con su corrupción se hace más rico, mientras él y los más ricos acumulan más dinero los pobres en los Estados Unidos son cada día más y más.
El otro, el Ecuatoriano, que con la única diferencia es que este nunca tuvo, pero que ahora quiere tener y cada día más, corrupto, mentiroso, quien tampoco cree el mismo lo que dice, un mitómano, corrupto con ansias de riquezas y de poder, se hace rico a costa del país y no le importa que cada día haya más pobres en el Ecuador, sacrifica a su país para favorecer a un grupo de millonarios.
Lo que ellos no entienden y los dos por igual, es que:
El de el imperio no entiende es que si no tuviera el apoyo de la fuerza bélica que ha logrado con la OTAN, no sería nadie, y no comprende que todo un día se acaba y esos esbirros que lo siguen un día le van a dar la espalda.
Al ecuatoriano, no entiende que está comprando el apoyo de la prensa, de la policía y de las fuerzas armadas, las que un día se van a dar cuenta de que está yendo muy lejos y lo van a bandonar, mientras que sus amigos de la oligarquía cuando ya no lo necesiten le van a virar las espaldas, y lo entregarán al pueblo embravecido.
Moraleja:
«No hay mal que dure cien años ni pueblo que lo resista»
«Las torres que en el cielo se creen un día caerán en la humillación»
Siempre desde que se inició este gobierno le dije al Sr Lenín Moreno que no provoque mucho al pueblo, y sigo esperando que está parte de la historia del Ecuador no termine muy mal.
Yo Soy Valente Delmar 